Ahí sí te quiero ver:
quemándote las paticas,
como el fuego te salpica
en tu descalzo correr.
El mercachifle riendo
mirando desde arriba,
divertido en su reino,
a este infiel en deriva.
Seguro allí estaré
riendo de la desgracia,
la tuya y -claro- la mía;
en lava yo nadaré.
sábado, 9 de febrero de 2008
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